Marco Urso

¿Quién es Marco Urso?
Esta es una de las citas que me dejó marcado cuando era joven: «Limitar tu visión del mundo al lugar donde vives es como leerse sólo una página del libro llamado “vida”». Es una de esas frases que siempre he llevado en mi interior como referencia, uno de esos axiomas que gustan desde el primer momento porque su significado inmediatamente mueve algo dentro de una persona joven, pero que también se aprecia y se entiende mejor a medida que nos hacemos mayores.

Para mí, viajar es cambiar, comprometerme con cosas, responder a la curiosidad innata. La fotografía me ha ayudado mucho en este sentido, con su gramática del antes y el después, que se extiende más allá de la propia imagen.

Aunque ahora me dedico a la fotografía de viajes y de la vida salvaje, sigo sacando partido de mis estudios de medicina dando conferencias sobre importantes temas relacionados con la conservación y el comportamiento de los animales en Europa. También organizo seminarios de fotografía multiculturales, llevándome a grupos de fotógrafos a lugares remotos del planeta y, en 2015, fundé la Academia de Fotografía. Ya son más de 1200 los fotógrafos que han participado en los cursos y seminarios de fotografía que se imparten ahí.

¿Cómo llegó a ser fotógrafo de la naturaleza y la vida salvaje?
Empecé a trabajar de fotógrafo a tiempo completo hace 10 años, después de una carrera profesional de 30 años en puestos de gestión, que no solo me llevó a viajar muchísimo para visitar a compañeros de todo el mundo, sino que, además, me ayudó a desarrollar mi capacidad de observación y a aprender a escuchar. Este espíritu de descubrimiento continuo creció en mi interior, adaptándose a los distintos giros y momentos de la vida, pero siempre fuerte e intacto. Siempre ha sido mi horizonte. Así que, hace diez años, decidí cambiar de vida y dejé mi trabajo cuando estaba en lo más alto de mi carrera, despidiéndome de todos esos privilegios y comodidades que tenía, para embarcarme en una vida más sencilla pero inmensamente más enriquecedora, con más tiempo para mis intereses personales, en particular la fotografía. Todo lo que había aprendido durante mis estudios y mi carrera profesional se mezcló y resurgió en forma de fascinación por las personas y sus distintas culturas, y un interés sincero por el comportamiento de las distintas especies presentes en la naturaleza. Era algo más que curiosidad; quería comprometerme en un estudio serio y ver más allá de la superficie, con ojo fotográfico, motivado por mi compromiso con la protección de la naturaleza y su inmensa belleza.

¿Cuál ha sido la experiencia que más le ha impresionado en su labor como fotógrafo?
Tengo muchos recuerdos maravillosos. Me encantan los osos, tanto los polares como los pardos, y dedico varias semanas al año a fotografiarlos. Observo su comportamiento y su personalidad durante unas 12 horas al día. Los oseznos me fascinan y he conseguido hacer algunas fotos fantásticas que ponen de manifiesto las similitudes entre esta especie y el ser humano. Algunas de estas fotos han ganado premios internacionales y he basado mi seña de identidad en ellas. Entrar en la guarida de un oso polar ha sido una de las experiencias con osos más apasionantes de mi vida. Por supuesto, la madre y las crías no estaban ahí cuando me pasé a visitar su hogar. Iba atado a una cuerda y tuve que arrastrarme por un túnel casi dos metros hasta llegar a la cámara principal. Tenía el espacio suficiente para que la madre pudiese vivir ahí durante varios meses. Un refugio donde dio a luz a sus diminutos oseznos de 600 gramos y donde los alimentó durante semanas, manteniéndolos abrigados hasta que crecieron lo suficiente como para poder salir de la guarida con ella. ¡Para mí, fue un torbellino de emociones!

¿Qué hace falta para llegar a ser un fotógrafo de la naturaleza y la vida salvaje de éxito?
Desde el punto de vista de la fotografía, la naturaleza y la vida salvaje tienen muchísimo en común. Ambos temas requieren una síntesis de técnicas, visión fotográfica instantánea y capacidad de expresar emociones internas en la imagen. Pero no basta con estas destrezas; también hace falta tener conocimientos culturales, entender bien el entorno y cómo se comporta una especie en particular, y una paciencia inmensa para esperar el momento perfecto. Y, sobre todo, pasión y amor por lo que haces. Quedarse a la intemperie cuando el clima es horrible, como cuando hace un frío extremo o bajo una lluvia torrencial, requiere algo más que buena forma física. En una ocasión, estuve al aire libre durante 8 horas con temperaturas en torno a los 46 grados centígrados bajo cero. Nadie es capaz de algo así si no le motiva la pasión.

¿Cuál es su experiencia de trabajo con Fujifilm y con el papel fotográfico original?
Valoro la profesionalidad de la empresa, que pude experimentar de primera mano cuando ayudé a Fujifilm a desarrollar la XT2. El personal es verdaderamente entusiasta y está muy comprometido con su trabajo; son personas amables, muy motivadas, tanto en Italia como en las demás sedes del mundo. Estos «elementos humanos» adicionales marcan por completo la diferencia y ayudan a los fotógrafos a superar cualquier dificultad. Siempre he recibido apoyo cuando lo he necesitado. En cuanto a los equipos, creo que su éxito comercial se traduce en cifras. Me encanta la sensación al usar esta cámara, la ergonomía.

¿Tiene un papel fotográfico favorito?
He conseguido muy buenos resultados, que han superado mis expectativas, al imprimir calendarios de bellas artes en papel fotográfico Fujicolor. Además, cuando la gente pide una foto impresa para colgar en la pared de su casa, la longevidad del color y la intensidad de los tonos son factores sumamente importantes, igual que la variedad de superficies disponibles para crear una estética y un estado de ánimo específicos. Basándome en el tipo de fotos que hago y en mis gustos personales, soy un gran fan del papel Fujicolor Crystal Archive Digital Pearl. La fotografía es una profesión muy competitiva.

¿Tiene alguna sugerencia para los fotógrafos noveles?
Ya sabemos que las cámaras modernas permiten hacer buenas fotos hasta al fotógrafo menos experimentado. A veces, nos encontramos con algunas fotos excepcionales de recién llegados al mundillo. Pero desarrollar un estilo propio requiere tiempo y una buena disposición a escuchar a tu voz interior. No existen atajos para esto. Solo se pueden producir imágenes de calidad constante cuando se ha encontrado el estilo personal. Además, todo fotógrafo moderno ha de contar con las dotes de gestión necesarias para promocionar y organizar su trabajo, así como con la capacidad de escuchar. Precisamente por ser tan complejo y completo, es un trabajo fascinante.

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